Día: 17 noviembre, 2015

El mundo Ibérico en Monteagudo

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Poblado Ibérico de Monteagudo.
Poblado Ibérico de Monteagudo.

Durante los siglos IX y VIII antes de nuestra era, en la costa mediterránea de la Península Ibérica se establecieron contactos entre las gentes nativas del Bronce Final y comerciantes fenicios que llegaban de la zona Occidental de dicho mar. Sería 100 años después cuando colonias de comerciantes griegos focenses interactuaban con los nativos creando un proceso denominado como “Orientalizante” mediante el cual se dará un salto cualitativo en diversos aspectos, incluyendo novedades tan importantes como  el torno de alfarero, la metalurgia del hierro e incluso la escritura (aún sin descifrar) por parte de los nativos. Así nació la cultura ibérica, que se extiende por el mediterráneo peninsular y el sur de Francia hace 2.500 años. Algunos estudiosos del tema sitúan, aún con dudas, Monteagudo en la Contestania, siendo el Río Segura el límite con Bastetania. Aquí el poblado ocuparía 2 hectáreas y se ubicaría en la ladera del cerro con una posible línea amurallada rodeándolo.

Falcata Ibérica.
Falcata Ibérica.

Para estas gentes las armas eran muy importantes, ya no solo con enfoque bélico, sino como signo de status social, quedando esto atestiguado en la cantidad de armas encontradas en los diferentes ajuares funerarios, fundamentalmente aristocráticos y dando muestras de una clara diferenciación social, una sociedad de clases donde tu enterramiento y ajuar iban a ir condicionados por la vida que habías llevado y en la clase social en la que te encontrases. La presencia de armas se ha dado en Monteagudo de forma notoria, un ejemplo de ello sería la falcata (espada curvada) visible en nuestra vitrinas y diversas hondas halladas en las inmediaciones del poblado; esto posiblemente sea un indicador de que se reprodujeron diversos acontecimientos bélicos en Monteagudo.

La cerámica ibérica, destaca por la decoración pintada en rojo, teniendo posiblemente origen esta característica en el proceso orientalizante siendo tomada de la cerámica fenicia de barniz rojo. La cerámica ibérica ha estado en constante evolución iniciándose su decoración con bandas u otros motivos geométricos y llegando en fase tardía a pintar elementos figurativos como el ave que se aprecia en el kálathos (usado como Urna funeraria donde residían las cenizas del difunto) de nuestras vitrinas con una ave dibujada.

Cerámica Ibérica.
Cerámica Ibérica.

Sus esculturas talladas en calcarenita destacan por su singularidad. En, lo que para Ana María Muñoz Amilibia (investigadora de las esculturas de aquí) es el <<maltratado yacimiento arqueológico de Monteagudo>>, se han encontrado restos de esta escultura desplazados en el área occidental del cerro, ya sea por motivos funerarios o de ritual. La temática está enfocada al mundo mitológico y a sus creencias pudiendo hallarse esculturas como la de un grifo (mitad águila, mitad león) con función protectora o como obstáculo a superar en el viaje hacia el más allá. También las esculturas de construcción se decoraban con temática singular como la visible en el museo; trozo de muro con motivos vegetales. Sobre esto, hay que hacer referencia a la obra de la ya mencionada Ana María Muñoz Amilibia; Esculturas Ibéricas de Monteagudo (Murcia).

Grifo Ibérico.
Grifo Ibérico.

La base económica del mundo ibérico seguía siendo agropecuaria aunque, y en consecuencia del proceso orientalizante, el exceso de producción, es decir ya no solo para subsistir, fue destinado al comercio, destacando como productos insignia de la zona los cereales y el vino. Por otro lado las principales incorporaciones a la agricultura extensiva, aquí desarrollada, van a ser la vid y el olivo. Se experimentó una intensificación económica debido al uso de herramientas de hierro (hoces, azadas, layas o arados), el desarrollo de la minería, la producción alfarera, el comercio que se estaba dando entre las diferentes comunidades del mediterráneo, y el proceso de textil de la lana. La sociedad se adaptó y se intensificaron las especializaciones de sus gentes consiguiendo así una mayor calidad en el producto final.

El mundo ibérico será conquistado por Roma tras la disputa de estos contra los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica, durante el año 209 a.c, que se decantó de lado romano. Se dará paso al proceso de “Romanización”.

No está mal dar cuenta de que los estudios sobre el mundo ibérico regional han sufrido un importante desarrollo en las últimas décadas, sobre todo desde las publicaciones de P. A. Lillo. Aún así siguen siendo escasos, y todavía no se ha obtenido toda la información que se podría llegar a conseguir.

Fuente: Guía del Centro de Visitantes de Monteagudo.

Fuente: Amilibia, A. M. M. Esculturas ibéricas de Monteagudo (Murcia).Pyrenae, 1981, nº 17, pp 281-286.

Fuente: file:///C:/Users/antoniojesus/Downloads/Dialnet-LosEstudiosIbericosEnElSurestePeninsular-3058161.pdf